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  • T0901317 En su opini n tales pol ticas suponen las siguiente

    2019-04-28

    En su opinión, tales políticas suponen las siguientes dificultades para los movimientos sociales: a) posicionan a la pobreza como problema y ocultan a la riqueza de la agenda pública; b) eluden los cambios de carácter estructural, manteniendo la desigualdad y consolidando el poder de las élites; c) bloquean el conflicto y d) disuelven la auto-organización de los sectores populares. La autonomía tendría, por consiguiente, dos consecuencias para las interrelaciones entre movimientos sociales y política institucional. Por un lado, los movimientos enfrentan la disyuntiva del aislamiento y la represión, en caso de optar de forma recurrente por la autonomía y la no institucionalidad, en una posición que ha sido definida como “fetichismo de la autonomía”. Al respecto, se ha criticado la suerte de culto en que se han convertido la autonomía y el horizontalismo en algunos movimientos sociales, con consecuencias como un “democratismo altamente sectorial, local, micro, desarticulado políticamente”, lo cual ha llevado a que algunos autores incluso cuestionen si, efectivamente, la autonomía —asociada a las condiciones de posibilidad de procesos horizontales y participativos— T0901317 realmente tales procesos y si es una estrategia organizativa efectiva. Respecto a la primera, existen diversos ejemplos de la misma en los dos países incluidos en el estudio. En 2010 se registraron numerosas denuncias de criminalización de movimientos sociales argentinos. De igual modo, el mst —cuya tensa relación con el gobierno del Partido de los Trabajadores (pt) es conocida—, también ha denunciado acciones de judicialización durante los últimos años, como en 2008, cuando ocho de sus miembros fueron apresados y procesados en Carazinho bajo el cargo de acciones contra la seguridad nacional. Fueron acusados de recibir apoyo de “organizaciones terroristas extranjeras”, como la guerrilla colombiana, y —lo que es más relevante— de la creación de un “Estado paralelo” con sus propias leyes y organización. En 2010, una declaración del mst denunciaba que diez miembros se encontraban presos, lo que contextualizó la intensificación de la criminalización contra el movimiento, precisamente, en el escenario de la campaña electoral presidencial, como parte de un propósito de confusión de la opinión pública, en un ambiente de mayor conflictividad marcado justamente por la política institucional y sus dinámicas. Se trataría, en palabras de los miembros del movimiento, de un antagonismo, consecuencia de la naturaleza opuesta de dos proyectos, en particular en relación con la reforma agraria: el agronegocio versus un “proyecto de vida”. En relación con la cooptación, también los movimientos señalan esta tendencia por parte de sus respectivos gobiernos de centro-izquierda. Así, destacan su esfuerzo por “mantener viva la memoria y la denuncia, resistiendo las redes de cooptación y claudicación que nos tendieron T0901317 desde el poder”, en el enfrentamiento a wood las estrategias de lo que denominan “la cooptación estatal y la regimentación social kirchnerista”. El Fpds asume, por consiguiente, que “parte de las experiencias más maduras no sólo sobrevivieron a las políticas de cooptación y fragmentación que impulsó el kirchnerismo, sino que también han empezado a madurar políticamente”. También los miembros del mocase consideran que la cooptación es una estrategia permanente del gobierno, al señalar como ejemplo de ello la creación de espacios como la llamada “Mesa del Diálogo por la Tierra” o el Programa del Campo, calificados como “instrumentos para la cooptación de varias organizaciones campesinas, al servicio de los terratenientes […] que no implican ninguna solución de fondo a la masa de campesinos pobres”. Al mismo tiempo, se denuncia la continuidad, e incluso ampliación, de los gobiernos kirchneristas, del clientelismo como forma de cooptación, con la tradicional figura en Argentina de los llamados punteros políticos. En respuesta a ello, el mocase pone en práctica un sistema organizativo basado en los principios de rotación y escasa diferenciación de los representantes respecto al resto de los miembros, que —además de preservar las redes de reciprocidad a su interior— se consideran recursos protectores frente a la cooptación política, al hacer menos visibles a los representantes hacia el exterior de la organización y permitir la ampliación de los potenciales sujetos a ocupar responsabilidades en el movimiento. Finalmente, en el caso del mst, si bien sus miembros rechazan que el movimiento haya sido objeto de cooptación por parte de los gobiernos del pt, varias investigaciones han señalado que la estrecha relación entre este partido gobernante y el movimiento, ha colocado al segundo bajo el signo de la cooptación. Esta tendencia tendría expresión en lo que se califica como un apaciguamiento del movimiento y una contención/transformación de sus luchas, que se pondría de manifiesto en la tendencia a la reducción en el número de ocupaciones de tierra realizadas por el mst desde la llegada al poder del pt. Para otros autores, al contrario, las relaciones entre el gobierno del pt y los movimientos sociales brasileños, incluido el mst, no pueden explicarse por el tipo de vínculo (colonización, cooptación o pérdida de autonomía) de estos actores sociales con la esfera gubernamental, sino por las transformaciones en las relaciones entre éstos y el pt a partir de su llegada al poder.