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  • En Sumar restar Carlos Fuentes

    2019-06-17

    En Sumar, restar, Carlos Fuentes efectivamente colabora con Kátharsis; elige, con cierta ironía, el diálogo escénico, la forma clásica señalada por Aristóteles para la catarsis; pone en acción Auranofin tres personajes, un griego (Pitágoras), a una forma pura (el número uno) y a un mexicano (un vendedor de lotería de la ciudad de México). De forma casual, tanto el texto de Fuentes como el de Paz utilizan la decapitación como elemento catártico dentro de su colaboración. Además de estos elementos, el texto de Fuentes se desarrolla en un ambiente onírico y hace uso de la libre asociación, tanto de ideas como de sonidos, creando algunas jintanjáforas, para utilizar el término previamente referido, jugando con frases del oráculo de Delfos, de Shakespeare o de Quevedo, en otros: Carlos Fuentes utilizaría el flujo de conciencia, con rasgos de libre asociación de ideas, en sus momentos más líricos, a lo largo de sus obras, desde los monólogos de la ciudad de México en La región más transparente, pasando por los tres pronombres y los tres tiempos verbales que confuyen en la conciencia de Artemio Cruz, hasta los soliloquios de Cristóbal nonato, desde el vientre de su madre, o la cabeza decapitada de La voluntad o la fortuna, por mencionar solo algunos ejemplos entre su vasta narrativa. Desde luego Fuentes utilizó la forma de diálogos escénicos en obras de teatro, guiones para cine, e incluso un libreto para ópera; las características de flujo de conciencia y catarsis destacan en el drama de la conquista, Todos los gatos son pardos. La carta de Carlos Fuentes y la publicación a la que fue dirigida, representan testimonios de auténtica colaboración entre autores de distintas generaciones y de diferentes ámbitos. Un esfuerzo colectivo y espontáneo en torno a la literatura que permite evocar las palabras de Alfonso Reyes al final de su libro El deslinde:
    Con la intención de comprendernos mejor, y ahondar en la interpretación de nuestro hacer en los diversos ámbitos que nos implican, resultan pertinentes las preguntas que nos permiten reflexionar al final de un periodo, una época, o más aún, al final de un siglo. Y ya que todo final conlleva un principio o viceversa, cabe preguntar: ¿qué dejan los últimos cuarenta años del siglo xx a Heteroduplex (hybrid) DNA la literatura mexicana?, y ¿qué deviene en el nuevo siglo que comienza? Quizá surjan muchas respuestas, desde los diferentes escorzos que pudiésemos tomar en cuenta; por lo que al reparar en el texto que presenta Rodríguez Lozano, encontramos una de tantas respuestas a dicho planteamiento. responde con nueve estudios sobre novelas de escritores nacidos en el siglo xx, desde los cuarenta, sesenta y hasta los años setenta. Dar cuenta de la producción narrativa, durante la primera década del siglo en nuestro país, permite asomarse al mundo “aparente” de la plurivocidad que reúne el editor de Es así como nos encontramos ante un texto que invita a dialogar, dentro del mundo de la ficción, mediante los vínculos que se establecen con el intérprete y su historicidad a través del análisis especializado. El primer asomo, que conforma los Estudios sobre novela mexicana 2000-2009, está a cargo de Raquel Mosqueda, quien se adentra en de Luis Humberto Crosthwaite. Mosqueda nos advierte de lo “aparente” en la narración de Crosthwaite, el hecho de “hacernos pensar lo contrario” (16), en eso que en primera instancia se pudiese percibir. Su análisis aborda varias líneas que convergen en un aspecto relevante de la novela: el uso de la parodia, tanto en el aspecto literario, como en la cultura popular. Estilo y capacidad que manifiesta la escritura de Crosthwaite y que llaman la atención de la investigadora. Ella señala detalladamente la forma en que el novelista evidencia el uso de la parodia como recurso literario, mismo que le permite jugar en la estructura interna del relato, y que lleva a todo tipo de público a formar parte de su juego. Raquel Mosqueda subraya cómo el novelista enlaza la realidad con la ficción, y juega también con esta mancuerna, para mantener al lector en la frontera entre la realidad y la invención. Al final de su análisis, y después de proponer que Crosthwaite apuesta por una literatura diferente, Mosqueda sostiene que es el lector mexicano el más indicado para comprender y participar del juego planteado en … no obstante la “intención” del autor por llegar a todo tipo de lectores.