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  • La presencia de este rbol

    2019-06-20

    La presencia de este árbol americano detiene la marcha del desterrado europeo y transforma su mirada exótica en mirada unificadora y productiva sobre el espacio americano. La subversión que realizan los traductores americanos consiste en quitarle a la naturaleza americana cualquier rastro de exotismo, y con ello de intangibilidad, para volverla lugar productivo y propicio para el cruzamiento de culturas y de tradiciones transatlánticas. En este sentido, la alegoría que Mier y Rodríguez pergeñan sobre la naturaleza americana actúa como una estrategia de lectura y de comprensión del espacio americano de la que sacan provecho mientras que Chateaubriand y el resto de los viajeros europeos no terminan de aprehenderla y se quedan en el umbral de la fascinación. Esta intromisión de los traductores en el texto del autor transforma lo exótico en productivo y desestabiliza la distancia metafórica o sublime que por momentos el texto original plantea. En consecuencia, la traducción cuestiona la autoridad de la mirada europea sobre América al presentar otras formas de transitar y de comprender el espacio americano, en particular sus zonas más salvajes, y volverlas producto de unificaciones y de cruzamientos que si bien son avizorados y valorados por Chateaubriand, logran ser verdaderamente útiles gracias al tratamiento de sus traductores americanos. Mier y Rodríguez allanan el camino del exotismo, se distancian, lo desarman y se ríen de él. Este procedimiento de subversión de lo exótico se destaca también al comienzo de la novela, en la descripción de la selva americana. En este caso, los traductores respetan la versión original sobre la incapacidad del viajero europeo de transmitirles a los europeos no viajeros el cuadro de vida que el espacio americano presenta ante sus ojos, manteniendo así la sublimidad del mismo: Sin embargo, y a diferencia de la versión del autor de la novela, los traductores americanos insertan, antes de la reflexión por parte del viajero europeo, una descripción meticulosa de la flora y la Curcumol que se observa en las sabanas de Luisiana, sea de este lado como del otro lado del río. La descripción profundiza las distancias entre los lectores europeos de la novela y los habitantes americanos quienes conocen y dan cuenta en detalle del espacio americano. Así es como los traductores convierten el enmudecimiento de la sublimidad de la mirada europea sobre el espacio y costumbres americanas en meticulosidad, sencillez o domesticación de lo salvaje que quiebra la distancia romántica que el autor pretendía darle a estos parajes. Debido a ello, se destacan en la traducción palabras de impronta americana que ha analizado Soldevila-Durante para designar la flora y la fauna americanas. Éstas presentan una marcada relativización lingüística de la lengua castellana; se observa, a su vez, en el contenido de la novela ciertas notas al pie de página en las que estos traductores convierten palabras o giros poéticos salvajes en una interpretación sencilla (es el caso de la aclaración que realizan de la explicación de Atala que ha embriagado a los verdugos con “esencia de fuego” y que los traductores interpretan como “aguardiente” o la indicación de la “estrella inmóvil” como “El norte” [460-461]). A través de estos procedimientos que presentan una traducción al pie de la letra se relativiza y satiriza la perspectiva romántica del autor que desea construir una pintura sublime, por momentos inaprehensible, de las costumbres de los salvajes. Esta domesticación o simplificación a nivel lexical de expresiones metafóricas para designar características de la vida en América, es considerada por Andrea Pagni como una retraducción del francés al español del Caribe: “‘pirogues’, ‘canots’, ‘savanes’ y ‘papayes’ son, en el francés de Chateaubriand, americanismos de origen Caribe que contribuyen al efecto de exotismo. Para Simón Rodríguez, que había pasado la mayor parte de su vida en el Caribe, en parte también para fray Servando Teresa de Mier, son revertidos al español, términos usuales que remiten a objetos cotidianos” (2012: 6).