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  • Visto el franquismo como el gran eje de la

    2019-04-22

    Visto el franquismo como el gran eje de la discordia, el punto de in flexión se produjo en 1949 con motivo de la presentación en la onu de una propuesta conjunta de cuatro países de América Latina: Brasil, Bolivia, Colombia y Perú. La propuesta de resolución del cuatripartito latinoamericano (proyecto A/C. 1/450), presentada para la ocasión el 4 de mayo de 1949, tuvo como principal objetivo no tanto vaciar de contenido la condenatoria del 12 de diciembre de 1946, argumentando algunas consideraciones de forma y fondo, sino dejar en libertad cox pathway los estados miembros para manejar soberanamente sus relaciones con España. En cuanto a la validez de la resolución de diciembre de 1946, el cuatripartito recordó que la propuesta presentada en noviembre de 1947, con motivo de la celebración del segundo periodo de sesiones de la Asamblea General, que tenía por objeto la confirmación de la resolución del 12 de diciembre de 1946 sobre el régimen político en vigor en España, “no obtuvo la aprobación de las dos terceras partes de los votos requeridos”. A la postre, esta “votación negativa” acabó siendo interpretada por ciertos estados como una “derogación virtual” de la cláusula que, en la anterior resolución, recomendaba la retirada de jefes de las misiones diplomáticas que tuvieran rango de embajador o ministro plenipotenciario ante el gobierno español. Con estos argumentos sobre la mesa, el cuatripartito latinoamericano ponía a consideración de la Asamblea General “dejar a las naciones miembros de las Naciones Unidas en entera libertad de acción en lo que se refiere a sus relaciones diplomáticas con España”.
    A pesar de estos argumentos esgrimidos por las cuatro delegaciones latinoamericanas en torno a la resolución condenatoria al régimen de Franco del 12 de diciembre de 1946, cada uno de los delegados por separado expuso puntualmente la posición de sus respectivos países en torno a la controvertida Spanish question, como presentaremos a continuación después de haber realizado un importante esfuerzo de síntesis.
    Y, sin embargo, más allá de estas exposiciones y argumentaciones, hubo una América Latina que manifestó su desaprobación ante la propuesta del cuatripartito latinoamericano en torno a la Spanish question, hasta el grado de advertir sobre la crisis moral en la que se encontraba la Organización de las Naciones Unidas al cuestionarse no sólo el grado de aplicación de sus decisiones, sino el espíritu mismo que animó la creación de su Carta constitutiva. Empecemos por la larga exposición de motivos de la delegación mexicana.
    En mayo de 1949, a sarcomeres tan sólo tres años de la resolución condenatoria de aquel 12 de diciembre de 1946 y a una década del triunfo de Franco en la Guerra Civil española, la propuesta conjunta en la onu del cuatripartito latinoamericano ponía en evidencia, primero, la falta de un cumplimiento íntegro de las disposiciones acordadas por la Asamblea General y, segundo, la disparidad de criterios y hasta de valoraciones a la hora de interpretar las relaciones que los estados miembros debían tener por separado con la España franquista. Olvidado el verdadero espíritu que inspiró la aprobación de la Carta de esta organización internacional, la preeminencia de los intereses políticos, económicos y estratégicos, en especial de las grandes potencias, era un claro síntoma de las tensiones vividas en el marco de aquella Guerra Fría, donde Occidente muy pronto encontró en la figura del dictador cox pathway Franco un aliado a la medida para frenar cualquier intento de avance del comunismo soviético, al menos, en esta parte del sur de Europa. Recordemos, a propósito, que Estados Unidos firmó en 1953 sus acuerdos militares con España, lo que suponía “la primera reparación ofrecida al régimen franquista”. Ciertamente, durante aquellos días de debate en la onu se hicieron serias imputaciones sobre las funciones atribuidas a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad, se cuestionó la supuesta conculcación de principios del Derecho Internacional, se habló de la posible injerencia en asuntos soberanos de un país como España o se dudó de la validez de los acuerdos adoptados en la Conferencia de San Francisco de 1945 cuando las Naciones Unidas, como recordó el delegado de Colombia, todavía no estaban verdaderamente constituidas. Y todo ello condicionado por las diferentes formas de interpretar no sólo el espíritu que inspiró la letra de la Carta de las Naciones Unidas, sino el contenido de resoluciones de esta organización como la del 12 de diciembre de 1946 o la del 17 de noviembre de 1947. En pocas palabras, la Spanish question quedaba atrapada en el laberinto de las Naciones Unidas, vista como el verdadero eje de la discordia entre los estados miembros, algo en particular notorio en el caso de aquellos integrantes de América Latina.